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viernes, 3 de junio de 2016

No se apoya la escena y lloro fuerte

No se cuantas veces he podido leer y escuchar esa frase: no se apoya a la escena. Con la escena me refiero al apoyo de las bandas de metal españolas, el ir a sus conciertos, consumir su merchandising, comprar sus discos y en definitiva invertir en ellas para que continúen su labor musical. Algo lógico y normal, si no fuera porque no se apoya la escena tal y como los grupos quieren, al igual que productores y en definitiva promotores que se dedican a este mundillo y en concreto en el género metal. Después de hablarlo y debatirlo no creo que muchas de esas bandas sean conscientes de los motivos y problemas de su queja, por eso y porque estoy trasteando con el Google Analytics, escribo esta entrada en este blog que ni cristo lee.

Primero de todo comparar a España con el resto de países me parece injusto, especialmente si nos ponemos dentro del marco socio-cultural y político. Mientras que en los años 50 y 60 había un gran auge del rock en EEUU e Inglaterra (referentes musicales le pese a quien le pese), nosotros vivíamos en una dictadura donde la inversión en ese tipo de música era inexistente ¿Qué se escuchaba en aquella época por estos lares? Pues si echamos un ojo a la lista de éxitos veremos que en los 20 primeros el 95% es canción española como Joselito, Marifé de Triana, Sara Montiel y a un solitario Elvis con su rock and roll de la cárcel. Se conocía y consumía moderadamente este género pero ni mucho menos a los niveles de otros países europeos. Así que en este aspecto, España lleva un gran retraso tanto de cultura como de medios e incluso bandas patrias. Digamos que tenemos los "deberes" atrasados y creo que es uno de los grandes lastres. No me voy a entretener más sobre la historia musical del país, porque hay muchos artículos bien redactados y documentados al respecto. Aquí venimos a hablar de las razones y motivos de ese "no apoyo" a la escena.

Continuando con las vicisitudes y respecto a lo anterior, se deriva que el público que consume metal, ya no digo rock, sino metal, no es de masas. Podríamos echar la culpa a la radiofórmula, a la televisión o diferentes medios que no "apoyan a la escena", pero estos medios se definen por lo que la gente consume. Pongamos por ejemplo a RockFM, que te ponen las mismas 100 canciones en bucle desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche, exceptuando algún programa en ciertas franjas horarias, pero olvidándose totalmente de grupos emergentes ya sean de Wisconsin o de Albacete. En este momento podrías clamar al cielo y cagarte en todo el santoral, que el tema va a seguir siendo así ¿Cómo cambiarlo? Pues la respuesta es sencilla: ofreciendo un producto atractivo ¿Cómo hacerlo? Ahí el tema se complica tanto que te sale mas a cuenta juntar las bolas de dragón pero en los tiempos que corren hay una gran diferencia abismal entre distribuir tu música en los 80 y ahora: cassette vs internet.

Mientras antes el poder lo tenían las discográficas y distribuidoras, ahora con el despliegue de medios cibernéticos que hay la historia se ha dado la vuelta: canales gratuitos pero aumento masivo de "nuevo" material. Cuando buceas por Youtube, Spotify o cualquier webzine dedicado al género, te vas a encontrar con un bombardeo incesante de nuevos temas, conciertos, reviews de discos y festivales estatales que quizás hace 15 años desconocías y que ahora mediante las redes puedes incluso añadirlos a tu Google calendar. Queridos míos, entre tanto concierto, tanto festival y tanta polla en vinagre o te pierdes en esa marabunta de ocio o acabas seleccionando. La escena musical ha multiplicado su oferta pero su demanda sigue siendo la misma y la gente se ve sobresaturada. A día de hoy yo creo que el teletransporte no existe y tampoco puedes estar en 3 conciertos a la vez, así que la respuesta es obvia: descartas y eliges lo que más goces.

Ahora bien, a la gente le toca decidir a qué concierto o si tan solo quiere ir a alguno. Aquí ya entra una cosa que visto lo visto las bandas no controlan mucho: marketing. Me da que les debe sonar a "música-comercial-no-somos-unos-vendidos", porque ellos a lo mejor viven del aire o cagan dinero ¡vete tú a saber! Si quieres que la gente invierta su dinero en ti, hay que ofrecerles un producto atractivo, ya que sería muy cantoso estar haciendo crowdfunding cada tres meses. Promocionar tu concierto o tu banda no se queda en hacer eventos, en twittear a modo de spam o estar machacando a tus colegas que vayan a verte por decimoctava vez en el año. Se trata de hacer conocido lo desconocido, porque seamos sinceros, tu grupete no va a salir de los primeros en la búsqueda orgánica de thrash metal y menos aún en vídeos sugeridos de Youtube, que parece que algunos os creéis que es llegar y besar el santo. Muchos de estos que lloran y se quejan, hacen un uso de los medios gratuitos que es de risa, pretenden que sus resultados sean inmediatos y sus bolos estén a reventar como si fueran los jodidos AC/DC. No hace falta invertir un dineral en un album, ni machacarse a hacer una gira con ventas paupérrimas o agregar a todo cristo en tu perfil social para que den like a tu página. El promocionarse no acaba ahí. Hay un sinfín de posibilidades como colaborar con otros músicos (que creo que no es como ponerle los cuernos a tu novia/o), subir vídeos propios haciendo covers, usar equipos novedosos o incluso un tutorial de "Cómo usar el Garageband y hacer algo chachi pistachi". Es una manera muy lícita de llegar a gente que no sabe de ti y usarlo como anzuelo. La pista está en ser creativo e ir probando.

Por último no quería dejar en el tintero algo primordial: el talento y la constancia. El negocio de ser artista no se ve compensado en la mayoría de los casos. Casos de artistas internacionales que tienen un trabajo a parte porque sólo con la música ni siquiera mal viven. Es duro estar seis meses pateándote media Europa en un autobús, conviviendo en un espacio minúsculo, durmiendo como puedes y tocando el mismo setlist. Y estamos hablando de bandas internacionales, con una dilatada trayectoria profesional y que llevan años en las carreteras, imaginaos las nacionales o las noveles. A eso añadimos que muchos no arriesgan a nivel compositivo y repiten y tripiten la misma fórmula de grupos establecidos y de referencia mundial. Es como pensar que la gente no tiene criterio y no sabe discernir cuatros riffs mal puestos. Que muchos no sepan teoría musical no significa que sean sordos. Ahí lo que veo es un claro ejemplo de prepotencia y de tomar al público por borregos: ¡craso error! Y como guinda del pastel: hacer autocrítica. No es lo mismo decir "no se apoya a la escena", que "no se apoya a MI grupo". Si todo lo anterior sale mal a pesar de los esfuerzos habrá que plantearse si sirves para esto y te sale mas a cuenta hacer un grupo tributo, que por cierto los hay buenos pero parece un poco oportunistas (eso es carne para otro guiso amiguitos).

En definitiva, el que no se apoye a la escena son una serie de circunstancias acumulativas, incluyendo IVA, abuso de las salas, etc; pero lo que veo y es a título personal, es que la gente llora mucho pero no reacciona y que en el 90% de los casos y autocitándome del párrafo anterior: No es que no se apoye a la escena, es que no se apoya a tu grupo. A partir de aquí y que la gente se gasta el dinero en lo que quiere, haced revisión de lo hecho hasta ahora y si lo estáis haciendo mal poned remedio, ya que no se puede esperar distintos resultados haciendo lo mismo.


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